Entre todas las fortalezas de Rafael Nadal, la que más me llama la atención como coach deportivo, es la capacidad infinita de gobernar las variables externas en el tiempo, sean en sus partidos, o ahora en la madurez de su carrera deportiva durante la temporada.
Las variables externas en el deporte sean individuales o colectivas, a menudo crean esa debilidad propia en cada cita importante; cómo me jugará el rival, que tiempo hará, la grada… ¿verdaderamente me he preparado bien?
El prepararnos lo mejor posible con nuestro staff y que “surja” o estamos preparados física y mentalmente muy bien o acabará restando parte de la fortaleza adquirida conseguida durante nuestros entrenamientos y aprendizajes fuera de la competición.
Muchas veces esas variables externas creemos combatirlas con la experiencia de los torneos, partidos, Grand Slam bien sea desde la victoria o desde la derrota (aprendizaje), nuestra mente adquiere ese resorte de seguridad llamado “experiencia”, esa experiencia sin anticipación a cada situación venidera la llamo, zona de confort. Palabra que a los deportistas les suena mucho y generalmente suelen estar “poco”.
El grandísimo tenis de Rafa es incuestionable sin ningún género de dudas, con una técnica soberbia y un despliegue físico descomunal, pero Rafa atesora lo que para mi como coach deportivo es innegable, una fortaleza intrínseca a la capacidad mental que es el dominio y la anticipación a esas posibles variables. Vengan en modo lesión, resultado, tipo de pista o situación externa. Dicho esto las anticipa como nadie y las hace comulgar con su experiencia, ahí está el cóctel ganador. Lo hace a través de su lenguaje verbal (nunca escucharas un comentario fuera de tono, siempre reconociendo el mérito de sus rivales lo hace con el lenguaje no verbal, mirada ganadora, activación, gestos empoderados en momentos idóneos, gestos cercanos y empáticos cuando tocan) en la línea del tiempo (punto, partido o temporada) que torneos si que torneos no, donde vamos a forzar, cual nos sirve de preparación, esta pista nos va bien para coger en este momento confianza, ahora muestro desapego a mi futura actuación debido a mi lesión…
Estoy seguro que Rafa y su entorno deportivo, no dan puntada sin hilo, no abren la cortina si no va a entrar el sol.
Rafael Nadal tiene el dominio de sus rivales y del jugador número cuatro, las señoras variables externas.
Felicidades Rafa gestión sublime.
Pedro J Quesada.