Nos preguntaríamos a menudo que cabe en estas tres palabras;
y así un sinfín de cuestiones pero, ¿que nos lleva a enarbolar dicha bandera? Mi pueblo, mi ciudad, mi gente, mi familia, mi club…
Me vais a permitir que como ejemplo ponga un chico con el cual mantengo un vínculo profesional y como no después del paso del tiempo afectivo.
Este chico empezó en querubines practicando el deporte que más le gustaba, pertenece a una familia futbolera por antonomasia muy valencianista por cierto, todo suma evidentemente pero no por eso las personas tienen que seguir los patrones predeterminados aunque es notorio que influye. Rubén se forjó en las categorías inferiores del Valencia CF, su equipo del alma y allí paso de niño a adolescente trabajando día a día con sus compañeros, escuchando y aprendiendo de sus entrenadores, conviviendo situaciones que para su edad eran anómalas como torneos(nacionales e internacionales), disputa de partidos de máxima categoría con su equipo, compaginando estudios y horas de desplazamientos interminables con lo que esa exigencia supone.
Siempre mostrando buena actitud y predisposición amén de dar lo mejor de sí mismo por su equipo .
Así desde los 4 años, ¿es cuantificable ese SENTIMIENTO DE PERTENENCIA durante 11 años? sin lugar a dudas.
Es una evidencia que estamos ante un deportista que cumple sobradamente los valores como futbolista y persona, que lleva por bandera su equipo con educación , corrección y solera pese a su juventud.
Ganando el trofeo al MEJOR JUGADOR del prestigioso torneo nacional “Asociación Memorial Nacho Barberà” con equipos cómo el Valencia CF, Levante UD, UD Alzira, Elche CF, Atlético de Madrid y Valencia E1. No pudo tener un mejor final de temporada.
RUBÉN MUÑOZ DE MORALES o el SENTIMIENTO DE PERTENENCIA COMO MODO DE VIDA.
Pedro J Quesada.